domingo, 10 de mayo de 2015

La jeraquía urbana española


El mapa siguiente muestra el sistema de ciudades en España, en 1991. Analícelo y responda a las preguntas siguientes:
   1) Organización jerárquica del sistema español de ciudades.
   2) Relaciones establecidas entre las ciudades y su distribución
 espacial en el territorio.
   3) Relaciones que existen entre la distribución del sistema urbano y la distribución de la población.

1) El mapa representa la localización de las principales ciudades españolas, teniendo en cuenta el número de habitantes y la extensión de su área de influencia. 
En la actualidad más del 75% de la población española vive en ciudades, lo que ha supuesto importantes transformaciones, como la diversificación de las funciones urbanas.
La ciudad y las funciones que en ella se realizan, ejercen su influencia sobre un espacio más o menos amplio y sobre otras ciudades del territorio que le rodea (hinterland). El territorio de influencia de las ciudades puede abarcar: la propia provincia, la propia Comunidad Autónoma, ciudades de otras  Autonomías y en algunos casos, todo el país.
La organización jerárquica de las ciudades españolas se estructura de la siguiente forma:
   a) Metrópolis nacionales: Barcelona y Madrid. Extienden su área de influencia sobre el territorio nacional y a su vez están relacionadas con otras grandes ciudades europeas y mundiales. Poseen la mayoría de las funciones urbanas, incluso algunas en exclusiva como la función político-administrativa. Son verdaderas aglomeraciones urbanas que cuentan con áreas metropolitanas, donde están sus principales “ciudades satélite.”
   b) Metrópolis  regionales de primer orden (entre 300.000 y 1 millón de habitantes): Bilbao, Valencia, Sevilla, Málaga y Zaragoza. Ejercen su influencia sobre una amplia área de carácter regional. Sus funciones principales son industriales, comerciales y culturales. Suelen ser capitales autonómicas, por lo que son centros administrativos y ejes económicos de sus respectivas Comunidades.
   c) Metrópolis  regionales de segundo orden (más de 250.000 habitantes): La Coruña, Vigo, Oviedo, Santander, San Sebastián, Pamplona, Valladolid, Salamanca, Alicante, Murcia, Córdoba, Cádiz, Granada, Palma de Mallorca, Tenerife y Las Palmas. Son capitales provinciales. Se pueden definir principalmente como importantes “centros comerciales “ y “de servicios“ que mantienen bastante relación con las metrópolis nacionales y regionales. Su área de influencia llega a las provincias próximas.
   d) Ciudades medias (menos de 200.000 habitantes): Son capitales de provincias  no incluidas en el apartado anterior: Cáceres, Badajoz, Toledo, Ciudad Real, Cuenca, Albacete, León... Funciones principalmente terciarias, administrativas, comerciales, pero menos especializadas en general (aunque pueden presentar alguna especialización en educación, sanidad…)
  e) Ciudades pequeñas  (menos de 50.000 habitantes) Ciudades como Almendralejo, Lucena, Benavente, Astorga... Su área de influencia es principalmente comarcal. Aunque sus funciones son mucho menos especializadas (administrativas y comerciales), puede presentar alguna especialización relacionada con el sector primario.

2) Cuanto mayor rango urbano tenga una ciudad, mayor será su área de influencia, debiendo tener en cuenta que el rango de una ciudad depende de su tamaño, pero también de la cantidad y calidad de servicios y equipamientos que ofrezca. De esta forma, para las zonas colindantes, especialmente las rurales, la atracción de las ciudades es evidente, pues de estas pueden acceder a servicios administrativos, educativos, sanitarios, comerciales, de ocio... Al mismo tiempo, la ciudad necesita productos alimenticios, agrícolas, ganaderos y mano de obra, convirtiéndose así, no solo en productoras de bienes y servicios, sino en consumidoras de mercancía y mano de obra. De esta interacción surgen relaciones o nexos entre la ciudad y su entorno que, en el entramado jerárquico urbano, se establecen a tres niveles fundamentalmente: el nacional, el regional y el comarcal.

3) La distribución del sistema urbano ayuda a explicar la distribución de la población en España, donde actualmente más del 75% de la población reside en las ciudades. Las principales metrópolis, por sus funciones industriales y de servicios atrajeron entre 1950 y 1975 a una importante población procedente del campo (éxodo rural). Este hecho explica, por ejemplo, que, en la actualidad, la macrorregión demográfica del este peninsular, que agrupa los subsistemas urbanos catalán y valenciano-levantino, el eje urbano y económico más dinámico de España, tenga el mayor porcentaje de población en relación con su superficie. En cambio, el centro peninsular, con las excepciones de Madrid y Valladolid, se caracteriza por su menor desarrollo económico, la expulsión de población hasta fechas recientes y la ausencia de núcleos urbanos de rango superior, que aún serían inferiores de no ser por la presencia en esta región de la metrópoli madrileña.