Según la leyenda: Color verde, bovino; amarillo, ovino; rosa, caprino; azul, porcino; marrón, equino; naranja, avícola; morado, conejas madre.
Del total de la producción agraria española, casi un 40 % corresponde
al sector animal -a la ganadería-, que no ha cesado de crecer en los
últimos años, como corresponde a un país desarrollado en el que las
proteínas animales desempeñan un importante papel en la dieta
alimenticia de la población. La cabaña y la organización de los sistemas
ganaderos presenta en España una clara diversidad regional en función
de aspectos agroclimáticos, empresariales y culturales. No obstante, en
la actualidad, tanto la distribución de la cabaña ganadera, como el tipo
de ganado dominante, muestran un panorama muy diferente del que se
podía observar hace cinco décadas.
En las provincias húmedas del norte, con ricos pastos y prados,
domina el ganado bovino de orientación láctea o mixta, frente al
predominio del vacuno extensivo de carne y el porcino ibérico de las
tierras adehesadas del oeste y suroeste peninsular. Llama poderosamente
la atención el gran peso de la ganadería industrial porcina y avícola en
la Región de Murcia y, sobre todo, en Cataluña, y dentro de ella en
Lleida, que se sitúa a la cabeza del sector ganadero en España en los
dos últimos decenios, frente al protagonismo ganadero tradicional de las
provincias gallegas, cantábricas y extremeñas.
Por el contrario, el ganado equino se ha reducido drásticamente
en la medida en que la mecanización ha reemplazado el trabajo de los
animales. Algo parecido ha ocurrido con la cabaña ovina extensiva, al
reducirse la superficie de rastrojos y barbechos por la intensificación
agrícola y descender la demanda de lana y cueros; apenas es
significativa en algunas provincias de la Meseta y en Extremadura, donde
en parte se ha industrializado. Lo mismo ocurre con el ganado caprino,
perceptible sólo en Canarias, donde está adaptado a la aridez y a la
pobreza de los pastos.
Fuente: http://www.ign.es/espmap/mapas_rural_bach/Rural_Mapa_04.htm