miércoles, 1 de octubre de 2014

La revuelta de los privilegiados al inicio de la Revolución Francesa

La crisis financiera por la que atraviesa Francia durante la década de 1780, unida a otros factores, desembocó en el endeudamiento del Estado, por lo que, el ministro de Hacienda Calonne propuso una reforma en el sistema fiscal que posteriormente sería corroborada por sus sucesores en el cargo, Brienne y Necker. La reforma consistía en establecer impuestos directos según la riqueza y no según el estamento al que se perteneciera, lo que va a provocar la reacción de los privilegiados, que entre otras cosas solicitaba su aprobación en los Estados Generales.
A petición de una intransigente nobleza, Necker no tiene más remedio que acelerar la convocatoria de los Estados Generales, que no se reunía desde 1614. Para su reunión se plantearon varios problemas:
  • la forma de reunión: ¿conjunta o por separado cada estamento?
  • número de representantes: ¿1/3 cada estamento o mitad nobleza-clero y mitad el Tercer Estado?
  • ¿Voto por estamento o por número de representantes?
En enero de 1789 eran convocados los Estados Generales y desde ese momento se inicia la redacción de los "Cuadernos de Quejas". Los Cuadernos del Tercer Estado, redactado casi siempre por la burguesía, además de reclamar libertad de expresión, de reunión y comercio y la supresión del régimen feudal, insistían en la igualdad civil de los tres Estados, solicitando que se doblara el número de representantes del Tercer Estado y que el voto fuera por cabeza, no por estamento. A esto último el rey y una parte de la nobleza no accedieron, lo que sería la chispa que desencadenara la revolución.
En febrero de 1789, la publicación del folleto ¿Qué es el Tercer Estado?, del abate Sieyès, esta situación de malestar y de "guerra del Tercer Estado contra los otros dos", sería más que evidente. Quedaba claro que la burguesía deseaba controlar los destinos de la nación al margen de los privilegiados...